Uso de la velocidad crítica para el entrenamiento.

Por Antonio Oca Gaía

Introducción

 belmonte

El establecimiento de velocidades de nado para el entrenamiento de la resistencia aeróbica es una práctica habitual en la natación deportiva, pero los procedimientos disponibles para ello no siempre son fáciles de llevar a la práctica (coste elevado de los equipamientos y materiales, métodos invasivos, duración excesiva de los protocolos, etc.).

Los trabajos de  Dekerle et col. (2006), Fernandes y  Vilas-Boas (1998), Ginn (1993),  Maglischo (2009), Pelayo y col. (2008), Toussaint (1998) y Wakayoshi y col. (1992a, 1992b) sobre la determinación de la velocidad crítica (Vcrit) en natación, como criterio de referencia para acotar las zonas de entrenamiento, han supuesto un avance importantísimo en la facilitación del proceso.

La Vcrit se define como la mayor velocidad de nado (Vn) que puede ser sostenida por un largo periodo de tiempo sin producir extenuación (Wakayoshi y col., 1992) y expresa la relación entre el tiempo y la distancia (ecuación de regresión lineal) en varias pruebas de natación de un mismo estilo. La pendiente de la línea de regresión define el cambio esperado en el tiempo para cada cambio en la distancia; es decir, representa el número de metros recorridos durante cada segundo de nado. (Maglischo, 2009). Conocida la Vcrit, se pueden determinar las velocidades para el entrenamiento de la resistencia aeróbica en las distintas zonas de intensidad, aplicando un índice de corrección sobre el valor de la Vcrit.

No obstante, deben considerarse también las características de los nadadores para ajustar adecuadamente las velocidades de nado en cada zona de entrenamiento, teniendo en cuenta la edad, el sexo y la especialidad, con sus correspondientes índices de corrección.

Los procedimientos utilizados con el fin de establecer las velocidades de nado para el entrenamiento de la resistencia aeróbica, suelen basarse en la determinación de la relación existente entre el consumo de oxígeno (VO2), la concentración sanguínea de lactato ([La]), la frecuencia cardíaca (FC) y la Vn. No obstante, a pesar de la precisión que proporcionan dichos procedimientos, presentan ciertos inconvenientes, como el elevado coste de los equipamientos y materiales, el requerimiento de métodos invasivos que desaconsejan su empleo en los más jóvenes, o la duración excesiva de los protocolos cuando se aplican con grupos numerosos de nadadores.

 Para evitar estos inconvenientes, se han utilizado diversos test que permiten establecer las velocidades de nado alcanzadas en tiempos o distancias determinados. Algunos de estos test se muestran en la tabla 1.

Criterio Test Autor
Tiempo determinado Test de 10 minutos (T10) Matsunami y col., 1999.
Test de 30 minutos (T30). Madsen, 1982.
Test de 60 minutos (T60). Olbrecht y col., 1985.
Distancia determinada Test de 400 (T400). Wakayoshi y col., 1993.
Test de 2000 (T2000). Touretski, 1994.
Test de 3000 (T3000). Olbrecht y col., 1985.
Test 2 distancias 200-400 (TVcrit 2d). Wakayoshi y col., 1992a.Wakayoshi y col., 1992b.
Test 3 distancias 50-100-200 (TVcrit 3d.I).Test 3 distancias 100-200-400 (TVcrit 3d.II).

Tabla 1. Test para el establecimiento de velocidades de nado para el entrenamiento de la resistencia aeróbica.

Sin embargo, con T400 puede ocurrir que dos nadadores con el mismo resultado tengan distintos potenciales aeróbicos (que podrían reflejarse en diferentes resultados en T1500), de modo que el estrés fisiológico al nadar distancias más largas puede ser también distinto en cada caso (Dekerle y col., 2010).

Los resultados de T10, T30, T60, T2000 y T3000 pueden proporcionar información muy subjetiva para determinar las intensidades de entrenamiento de nadadores jóvenes y de poca experiencia. Estos protocolos requieren el mantenimiento de una Vn estable durante el desarrollo del test, además de una capacidad psicológica y fisiológica compatible con las exigencias de la prueba (Zacca y Castro 2009). Dado que los nadadores con estos perfiles carecen de una base suficientemente sólida de entrenamiento para realizar dichos test con ajustes mínimos en la Vn, la determinación de ésta por medio de la Vcrit parece ser un procedimiento más adecuado (Dekerle et col., 2006; Ginn- 1993; Maglischo, 2009; Pelayo y col., 2008; Toussaint, 2002; Wakayoshi y col., 1992). El empleo de la Vcrit se justifica también por el bajo coste de los procedimientos, la facilidad de aplicación en poblaciones diversas y la posibilidad de registrarse incluso durante las competiciones (Vilas-Boas y Lamares, 1997).

Test de Velocidad Crítica

El procedimiento para determinar la Vcrit en natación se desarrolló a partir de concepto de potencia crítica (Wcrit) propuesto por Monod y Scherrer (1965), que expresa la relación entre la potencia producida y el tiempo hasta el agotamiento. La asíntota de esta relación es equivalente a la pendiente de la recta de regresión, en relación con el trabajo y el tiempo hasta el agotamiento (tlim). Teóricamente, la Wcrit representa la mayor potencia que podría ser sostenida sin fatiga, y cuya energía se obtiene preferiblemente del metabolismo aeróbico, por lo que es sugerida como un buen índice de rendimiento en esfuerzos de larga duración (Vandewalle y col., 1997).

Wakayoshi y col. (1992a, 1992b) adaptaron el concepto de Wcrit a la natación, desarrollando varios protocolos para la determinación de la Vcrit, consistentes en nadar de dos a cuatro distancias a máxima velocidad.

Protocolo de dos distancias

Cuando se emplean dos distancias, estas han de ser muy diferentes y conviene que estén comprendidas dentro del rango que va desde 200 a 2000 m (Pelayo y col., 2000), recomendándose las distancias de 200 y 800 m (Fernandes y  Vilas-Boas, 1998). No obstante, la Vcrit para niños y jóvenes podría determinarse con dos distancias típicas de competición (Sousa y col., 2012; Zarzeczny y col., 2013):

  • Distancia 1: 50/100/200 m.
  • Distancia 2: 400/800 m.

Si las dos distancias del test se nadan en la misma sesión, es imprescindible un descanso suficientemente amplio entre ambas pruebas, recomendándose como mínimo de 30  y 60 minutos (Ginn, 1993; Maglischo, 2009).

Con el protocolo de dos distancias se puede recurrir al método abreviado para calcular la Vcrit. Para ello, la distancia y el tiempo de la prueba más corta se restan de los de la prueba más larga. El resultado de restar las distancias se divide luego por el resultado de restar los tiempos, y el cociente de esta división determina el valor de la Vcrit (Ginn, 1993):

 vcrit

 Figura 1: Fórmula simplificada para el cálculo de la Vcrit (Ginn, 1993).

Protocolo de tres o más distancias

Con el fin de reducir el error de estimación que se puede producir por el uso de sólo dos distancias para la determinación de la Vcrit, se han propuesto protocolos de tres o más distancias. En estos casos se recomienda distribuir las pruebas en varios días, de tal modo que para el protocolo de tres distancias se naden dos de ellas el primer día y la tercera el segundo día. Si se utilizan cuatro distancias, es conveniente realizar dos el primer día, la tercera el segundo día y la cuarta el tercer día (Maglischo, 2009).   

 Ajustes de la Vn de la para el entrenamiento

El valor de la Vcrit determinado por medio de los protocolos descritos puede ser superior al de las velocidades en umbral de lactato (VUL) y en máximo estado estable de lactato (VMLSS), especialmente cuando las distancias seleccionadas son inferiores a 400 m., debido a su menor componente aeróbico (Billat, 2002; Costa y col., 2009; Maglischo, 2009; Pelayo y col., 2000; Dekerle y col, 2002). Puesto que suelen ser estas velocidades las que se toman como referencia para el establecimiento de zonas de entrenamiento, es preciso realizar algunos ajustes en los valores de la Vcrit para adecuarlos a la Vn que se correspondería con la VUL y/o la VMLSS.

Maglischo (2009) sugiere que el ajuste de la Vn para el entrenamiento debe hacerse incrementando el tiempo obtenido por el valor de la Vcrit en 2 o 3 segundos para cada 100 metros, con el fin de entrenar en lo que él denomina la zona de umbral anaeróbico individual.

En esta línea, Pelayo y col. (2000) y Dekerle y col. (2002), proponen la aplicación de índices de corrección que van del 1,4% al 3,2% para compensar la sobreestimación de dicha Vcrit.

Ginn (1993) indica que la Vcrit tiene cierta correspondencia con las marcas realizadas en algunas distancias de competición, de manera que representa el 80-85% de la V100 y el 90-95% de la V400. Basándose en la determinación de la Vcrit por medio de los protocolos de dos y tres distancias, Ginn establece cinco zonas de entrenamiento relacionadas también con la velocidad de 400 m, indicando en este caso que pueden darse grandes diferencias individuales.

 En La tabla 2 se muestra la clasificación de Ginn, relacionada con la propuesta de zonas de entrenamiento de la Escuela Nacional de Entrenadores de la RFEN (Navarro y Oca, 2011). 

Zona de entrenamiento

%Vcrit

%V400

Zonas ENE-RFEN

Zona 1

75%-80%

>75%

Regeneración

Zona 2

80%-90%

75%-85%

AEL

Zona 3

90%-100%

85%-95%

AEM

Zona 4

100%

100%

AEI

Zona 5

110%-110%

105%

ANLA

Tabla 2. Establecimiento de zonas de entrenamiento por medio de la determinación de la Vcrit.

Casi todos los estudios sobre la determinación de la Vcrit se han llevado a cabo utilizando únicamente el estilo crol porque ofrece un mayor número de distancias de nado en competición. Este hecho impone ciertas limitaciones a la extrapolación de sus conclusiones para la aplicación con el resto de los estilos de nado.

No obstante, el procedimiento para el cálculo de la Vcrit puede aplicarse con cualquier estilo con el fin de evaluar el efecto del entrenamiento, porque es probable que una mejora de la Vcrit refleje una mejora en la resistencia aeróbica (Billat, 2002; Maglischo, 2009).

En todo caso, en otros estilos distintos del crol, si se emplea la Vcrit para programar velocidades de nado, puede ser necesario ajustar periódicamente dichas velocidades en función de la respuesta orgánica ante las exigencias de las tareas de entrenamiento.

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